dijous, 17 de juliol del 2008

D’Anne-Kristin





Para Camil-la
Querida Camil-la,
Siempre me acordaré de ti, cuando me buscaste por primera vez en el aeropuerto, ya hace casi 30 años hasta la última vez que te vi, allá en la cama. Todavía con la esperanza que pasaría un milagro que te pudiera curar.
En muchas maneras me cambiaste la vida, la manera de ver las cosas, llegué como otra persona después del año en tu casa. Siempre recordaré como me enseñaste castellano explicándome las canciones de Silvio, "Al final de este viaje", que siempre es el disco que más me ha gustado. También las noches que estuvimos hablando sobre todas las cosas de la vida, en Berga, en Almería, en Melaka, en Røros, en Trondheim, en Kalundborg, Barcelona y Gelida. Tenías una fuerza increíble y nunca tuviste miedo de hacer las cosas en las que creías, siempre lo admiraré. Espero seguir siempre en contacto con tu familia y tus hijos, que considero mi familia también.
Que descanses en paz. Hasta siempre, Camil-la


Autora: Anne-Kristinne