dimecres, 17 de juny del 2009


Es increíble como pasan los días, las semanas y los meses tan de prisa. El reloj corre sin esperarnos ni un momento y este remolino cada día nos mueve sin que demos cuenta.
Hoy justamente hace un año que la Camil•la nos dejo. Aunque no tengamos su presencia física, está en nuestro alrededor cada momento, en cada lugar. Esta casa, Gelida, Berga, Manresa y Barcelona sigue teniendo sus recuerdos en todas partes. Hay muchos momentos silenciosos y espontáneos que tengo su recuerdo; al ver un libro, escuchar alguna canción, estar en algún acto de Iniciativa, ver alguna película o visitar los lugares de montaña que a ella le gustaba tanto.
Como escribió Anna anteriormente, en La Patum sentimos su presencia fuertemente y nos recordamos de su pasión para este festival. La Patum no es solo una celebración o una fiesta, es una manera de pensar, actuar, sentir la alegría y la melancolía a la vez, vivir la vida plenamente con sus desgracias y dulzuras y lo más importante de todo, luchar constantemente para cada paso adelante como hacía la Camil•la.
En muchos momentos yo estaba seguro de que ella estaba con nosotros en cada salto, sentada en un sillón en el cielo, fumando un cigarro, mirándonos con una gran sonrisa y demostrándonos razones para vivir la vida plenamente…

Basak